viernes, 2 de mayo de 2008


Antes de llegar a la Opera nos encontramos con esta placita llena de estatuas y fuentes. Los dueños del Sydney Morning Herald se las regalaron al alcalde de la ciudad para celebrar el 150 aniversario de la primera publicación del periódico. Eso fue en 1831 (la primera publicación, se entiende).





Por fin, la Opera. Nos gustó muchísimo porque no es blanca: Es brillante. Todo el tejado está compuesto por miles de trocitos de cerámica que, cuando hace sol, reflejan la luz. En dos palabras: Im-Presionante.

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