miércoles, 30 de abril de 2008



Este original monedero estaba enmedio de la calle. Pero no hubo manera de abrirlo!!!




¿Alguna vez alguien ha dicho que Correos va despacio? Yo sí, pero no me quiero ni imaginar cómo iba cuando tenían que repartir las cartas con estos carros!! Así iban a finales del siglo XIX...


Esta es la Flinders Station, una de las estaciones de tren principale de la ciudad. El edificio es impresionante lo mires por donde lo mires.

Arte en la calle. En Melbourne se celebra una de las carreras de caballos más importantes del mundo, incluso tienen un museo dedicado a lo caballos de carreras. Justo delante de la puerta nos encontramos con este.




Esta figura la teníamos casi en la puerta del hotel. No sé decir qué es, pero la verdad es que nos pareció muy original.





Y cada vez que pasabamos por aquí nos encontrábamos a estos 3 señores haciendo cola no sabemos para qué. Se supone que es para cruzar la calle, pero no los vimos pasar en ningún momento...

martes, 29 de abril de 2008


Una de las puertas del barrio chino, del que estábamos a un tiro de piedra.









Mientras esperábamos el autobús turístico (que en Melbourne es gratis), nos entretuvimos haciendo fotos al centro financiero de la ciudad.


Las vistas desde la Rialto Tower, uno de los dos edificios más altos de la ciudad, y en la que han puesto un mirador de 360 grados. El día no estaba muy claro, pero las vistas no tienen desperdicio.

Nuestro hotel, el Mercure Welcome, estaba situado (como ya nos estamos acostumbrando) en el mismo centro de la ciudad. Tenía una puerta por la Swanston St., que es la calle donde está todo el ambiente de la ciudad.
¿La habitación? Bastante sencila, la verdad; sobretodo el lavabo. Pero estaba limpio y eso es lo importante.

Llegamos a Melbourne, ciudad vital donde las haya. No hay muchas fotos que lo reflejen, y es difícil describirlo, pero es una ciudad donde no hay muchos turistas (al menos en comparación con Sydney), y que tiene una vida que te engancha.

Tranvías, artistas en la calle, mezcla de la aqruitectura más clásica con la más moderna.... Por todo eso, Melbourne es una ciudad que nos gustó muchísimo. Estuvimos 3 noches, tiempo suficiente para ver gran parte, pero aunque nos hubiéramos quedado otras 3, no nos habríamos aburrido...


Y para acabar, una señal que nos íbamos encontrando a la salida de cada mirador. Como es una zona por donde pasan muchos guiris y la mayoría no están acostumbrados a conducir por la izquierda, ellos te lo recuerdan...




The Twelve Apostles, la más famosas de las formaciones rocosas que hay en la Great Ocean Road.






London Bridge, como era antes de 1990.







London Bridge, como es después de que una parte del puente cediera a su propio peso.




Birds' Bay







Martirs' Bay







The Arch







The Arch

Entre Portland y Melbourne hay un trozo de costa que se llama Great Ocean Road, y que teníamos muchas ganas de hacer, ya que algunas de las fotos más típicas de Australia son de allí. La costa son acantilados enormes con playas paradisíacos debajo, y unas formaciones rocosas enmedio del mar que han sido esculpidas por el agua. Precioso. Cada 5 o 10 minutos en coche, teníamos que parar, porque hay miradores por toda la carretera. Sólo os voy a poner el nombre del mirador en cada foto (de una selección de todas las que hicimos), clickad encima de ellas para verlas más grandes, que vale la pena (aunque en muchas estemos nosotros).

Portland

De camino a Melbourne, hicimos noche en Portland, en el Mac's Bentinck Hotel. Las fotos que habíamos encontrado por internet daban un poco de miedo, porque es un edificio muy antiguo y parecía abandonado... Cuando llegamos la chica ya estaba cerrando, porque era muy tarde y no tenía ningún número donde contactarnos, pero nos atendió muy bien. La habitación, la de la foto (aunque no se ve muy bien). Muy antigua, con chimenea, el baño espacioso y muy bonito y bañera de hidromasaje!!
El edificio se construyó en 1860 (está totalmente reformado por dentro aunque conserva la decoración y yo diría que hasta los muebles), y en el comedor tienen fotos muy bonitas del pueblo en esas épocas.
Total, que estaba mucho mejor de lo que esperábamos (aunque a media noche nos despertamos dos veces con el ruido de nuestra ducha y al ir a mirar ni estaba encendida ni había nadie...)

Aquí están los canguros!! Hay muchas especies diferentes: Algunos grises, otros marrones; más grandes, más pequeños; también están los wallabíes, que son unos canguros pequeños con la cola rallada... Pero todos son igual de pacíficos y de bonitos.








Eso sí, si el canguro es hembra y tiene a su cría por allí rondando, es un poco más arisco y evita que te acerques a su cría... El de la foto de abajo tenía a su cangurito todavía formándose dentro de la bolsa, y cuando Gerard acercaba la mano
acariciándolo, subía la pata para evitar cualquier tipo de contacto con el peque.

No, no es un peluche... Es un koala de verdad!!! Nos tuvimos que esperar un buen rato para hacernos la foto, eso sí. Pero los koalas eran de los muy pocos animales que estaban en un recinto al que no se podía acceder, porque son muy delicados y no se les puede tocar así como así...



Y esto tampoco es un peluche (obviamente). Es un emú, pajarraco típico en Australia y raro donde los haya. Cuando levantaba el cuello era más alto que yo!! Y la verdad es que daba un poco de miedo, cuando le dabas de comer parecía más que te iba a atacar que otra cosa...


No me hagáis decir qué tipo de serpiente es porque entre las cerca de 30 que tenían allí no sería capaz de distinguirla. Pero la foto es buena, eh?







Un puerco espín!! En realidad es un tipo de puerco espín que se llama equidna, pero no deja de ser un puerco espín igualmente... Vale la pena verlos en movimiento porque andan muy raro!!


Un pajarillo de los muchísimos que había por allí. ¿Porqué hemos elegido esta foto y no otra? Porque es de los pajaros más coloridos que vimos.




Aquí lo tenemos: El famoso diablo de Tasmania, que visto de cerca no da tanto miedo como en los dibujos... Este se pasaba el día dando vueltas corriendo por el recinto.



También en Rundle Mall (entre los cerditos y las bolas gigantes) encontramos a esta niña que parece pasárselo bomba tirándose por el tobogán...






Delante del Festival Centre (Adelaide es famosa por sus grandes festivales) había una escultura rarísima compuesta por muchos triángulos de acero. Gerard, que es un artista en sí mismo, captó este reflejo del Parlament House en uno de ellos.


Y también delante del Festival Centre, este banco que es una obra de arte. Lo dicho, Adelaide nos encantó por el arte que se puede ver por sus calles y parques.

Estos cuatro cerditos tan graciosos están enmedio del Rundle Mall. Cada uno tiene su nombre y normalmente se portan muy bien. Apreciad bien las fotos, porque nos costaron mucho de hacer (había un par de niños por allí rondando que no hacían más que subirse encima de los gorrinos...)












Una fuente enorme en Victoria Square (el centro de la ciudad).







En Rundle Mall, muy cerca de la Adelaide Arcade, también encontramos esto: dos pelotas gigantes de acero. Si miráis con atención, nos veréis reflejados arriba del todo!!

El Adelaide Arcade, en el que entramos casi por casualidad es un edificio que fue construido en 1880 y el interior restaurado durante los años 60. Dentro hay un pequeño museo en el que hay unas fotos muy curiosas de todas las épocas, siempre con la fachada de la galería como elemento principal. Nos gustó su ambiente tranquilo.


Empezamos con el hotel: el Mercure Grosvenor. La situación era buenísima, y la habitación no estaba mal aunque era interior. Además tenía un vestidor enoooorme!!! En el restaurante cenamos muy bien y nada caro.

Adelaide

En Adelaide sólo pasamos una noche, así que no tuvimos mucho tiempo de ver la ciudad. Pero por la mañana temprano, antes de irnos, nos hicimos una mini-ruta turística que nos dejó la impresión de que estábamos en una ciudad familiar y bohemia.

La ciudad en sí no es muy grande, pero está (como muchas ciudades australianas) rodeada de parques en los que es muy fácil encontrar obras de arte, así como por las calles. La calle Rundle Mall, en su tramo peatonal, nos encantó: Cada 50 metros había una escultura, o una fuente, o algo a qué hacer una foto!! Desde allí entramos en el Adelaide Arcade, un centro comercial digno de ver (sólo hay que ver las fotos).

Cuando salimos de Adelaide, de camino a Melbourne (pasando por Portland) fuimos al Cleland Wildlife Park, donde se pueden ver animales típicos australianos en su hábitat natural, incluso se les puede dar de comer a los canguros!! Evidentemente, en el parque hicimos muchísimas fotos de animalillos varios, pero sólo vamos a colgar las más significativas.

lunes, 28 de abril de 2008


Y como lo prometido es deuda... Aquí está Catalonia Street!! También estaban la Seville, Barcelone, Aragon, Leon, Toledo... Pero evidentemente la que más nos gustó fue esta!!


Haciendo un poco el payaso en el coche... Los 250 kilómetros que hay desde Perth a Cervantes dan para aburrirse mucho!!




Un par de estatuas que había en la calle. Si algo tienen las ciudades australianas es arte en la calle: Casi en cada esquina encuentras una escultura, una figura dedicada a alguien...







Siempre tenemos que ir con la cámara en la mano!!






Esta bola de piedra, aunque en la foto no se aprecia, iba dando vueltas con la misma fuerza del agua que salía por debajo (brilla porque está mojada).






Una fuente casi en la puerta del hotel. Aquí están casi en alerta máxima por la sequía, y hay muchas fuentes en calles y parques que no funcionan, pero algunas no dejan de ser curiosas!!


Nos gustó este "tranvía" turístico que en realidad era un autobús camuflado, pero nosotros, que somos mu listos, nos dimos cuenta...




Este es uno de lo muchísimos edificios victorianos que tiene la ciudad, y que comparten espacio con los grandes rascacielos del centro financiero... Precioso de verdad, es una pena que no tuviéramos más tiempo para disfrutarlo.






La fachada de London Court, una galería comercial que hay en el centro de Perth, en una calle peatonal.

Cuando entramos, parecía que habíamos hecho un viaje en el tiempo: Una calle comercial ambientada en la Edad Media; parecía que iba a salir el rey Arturo por allí de un momento a otro!!